Catequesis Parroquial
Primer Nivel
Tema XI
LOS SACRAMENTOS
¿Qué es un
sacramento?
Al hablar sobre los
sacramentos es necesario señalar que son un signo, de la gracia de Dios, estos
pueden verse, tocarse, u olerse, es decir se pueden captar mediante los
sentidos.
¿Cuál es el origen
de los sacramentos?
Su origen se encuentra en
Jesucristo, él es quien los instituye, y la Iglesia los cuida, como un tesoro
cuyo valor no se puede calcular, por su grandeza, sin envergo sus efectos son
de tipo espiritual y como ordinariamente estos no se ven pueden ver con mucha
facilidad quienes son escépticos y esperan señales extraordinarias para creer
no recuren a ellos y pierden la oportunidad de crecer en la gracia de Dios.
¿Qué efecto tienen
los sacramentos en la vida de las personas?
Ellos nos trasmiten la
gracia de Dios, y esto es, su ayuda en nuestras almas para ser cada vez mas
Santos, los sacramentos están en nosotros, nos sellan para Dios y pero actúa
junto a nosotros según nuestra voluntad, es decir, si nuestra forma de obrar es
de Dios esta Gracia que él nos da a través de los Sacramentos puede crecer y
hacernos más santos o puede irse alejando de nosotros, esto repercute en que
por nuestra voluntad separada del querer de Dios, nos alejamos de los bienes
del cielo.
¿Cuál es la
función de los sacramentos en nuestra vida?
Los sacramentos se
administran en momentos diferentes de la vida de una persona cristiana y por lo
general abarcan toda la vida. Para santificar cada uno de los aspectos de la
vida: el nacimiento, el trabajo y la familia.
¿Cuántos son y cómo se dividen los Sacramentos?
Los Sacramentos son siete,
se dividen en tres grupos, esto con el propósito de hacer cada aspecto de
nuestra vida una ofrenda a Dios. Los Sacramentos se dividen de la siguiente
manera:
- Sacramentos
de iniciación Cristiana: el bautismo, la confirmación, la eucaristía.
- Sacramentos
de curación: la confección y la unción de los enfermos
- Sacramentos de servicio a
la comunidad: orden sacerdotal, matrimonio
¿Cómo podemos
entender mejor cada uno de los Sacramentos?
1. BAUTISMO: Este sacramento abre las puertas a la vida cristiana,
implica al mismo tiempo la posibilidad de recibir los demás sacramentos. Su
característica más importante es que este mismo tiempo señala la aceptación de
la fe en Jesucristo, hecho que al mismo modo no hace hijos de Dios, ya que el
bautismo es hacernos como Jesús, nos unimos al misterio de su pasión y de su
resurrección, es decir a su muerte y su resurrección gloriosa, esto implica que
como hijos de Dios nuestro destino se encuentra por encima de los bienes y
placeres del mundo.
«Pedro les contestó: "Convertíos y que cada uno
de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de
vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo»
Hch. 2, 38
Importante: este sacramento se realiza especialmente a través del
agua y de las palabras de fe pronunciadas por el Sacerdote: «yo te bautizo en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo», según lo establecido en
el evangelio de San Mateo:
«Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»
(Mt. 28, 19).
2. CONFIRMACIÓN: como su nombre lo indica, es un sacramento cuya
intención es reafirmar lo acontecido en el bautismo. Anteriormente, era frecuente
ver que la confirmación se llevaba a cabo inmediatamente la persona era
bautizada, hoy día, se resalta el carácter reafirmador de la fe en cristo, y la
profesión de fe consiente y personal que permite afianzar la gracia del
Espíritu Santo, con sus dones y sus frutos, que fue recibida en el Bautismo,
entendiendo que actualmente es más común la práctica del bautismo de niños,
cuestión que siglos atrás era menos frecuente, las personas mayormente se
bautizaban en la edad adulta.
«Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén
de que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a
Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo;
pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido
bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y
recibían el Espíritu Santo».
Hch. 8, 14-17
Importante: ese sacramento se realiza mediante las oración y la
imposición de manos, bien sea de forma general o de forma personal, del Obispo
sobre la personas o personas que recibirán el Sacramento y la unción del óleo
del Santo Crisma. Resalta la abundancia de los dones del Espíritu Santo en el
cristiano.
« Pablo atravesó las regiones altas y llegó a Éfeso
donde encontró algunos discípulos; les preguntó: "¿Recibisteis el Espíritu
Santo cuando abrazasteis la fe?" Ellos contestaron: "Pero si nosotros
no hemos oído decir siquiera que exista el Espíritu Santo." Él replicó:
"¿Pues qué bautismo habéis recibido?". "El bautismo de
Juan", respondieron. Pablo añadió: "Juan bautizó con un bautismo de
conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de
él, o sea en Jesús." Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre
del Señor Jesús. Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el
Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar».
Hch. 19, 1-6
3. EUCARISTÍA: Sacramento central en el cual celebramos la
conmemoración de la muerte y resurrección de cristo. Al hacer referencia a este
sacramento es importante señalarlo desde dos puntos de vista:
- el sacramento de la
eucaristía en la vida práctica y constante de la Iglesia: es al mismo tiempo,
la más grande expresión de la oración del cristiano, es una actualización, del
misterio de cristo que se entrega por nuestra salvación.
- el sacramento de la
eucaristía visto como el fin de la catequesis: la tarea de la catequesis que
prepara al sacramento de la eucaristía, es decir, al día de la primera comunión
como solemos llamarlo, tiene dos propósitos de preparar la conciencia: preparar
para recibir a cristo consientes de la realidad de la fe, con una completa
seguridad; y preparar el corazón: implica la disposición de recibir a
cristo con una pureza y de vivir acorde al mandamiento del amor dado a el día
de la ultima cena, cuando cristo instituye el sacramento de la eucaristía. Todo
ello repercute en la certeza de cristo verdaderamente presente en el pan y el
vino aun cundo solo vemos el pan y el vino y que genera la unidad de la
Iglesia, somos uno con la comunión.
«La copa de bendición que bendecimos ¿no es acaso
comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos ¿no es comunión con el
cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos,
pues todos participamos de un solo pan».
1 Cor. 10, 16
Importante: este sacramento se realiza mediante la celebración de
la misa o eucaristía con el pan (hostia) y el vino (fruto de la uva y
fermentado naturalmente) sobre los que el sacerdote coloca sus manos y
pronuncia las palabras que cristo pronuncio en la última cena.
«Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo
bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: "Tomad, comed,
éste es mi cuerpo." Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio
diciendo: "Bebed de ella todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza,
que es derramada por muchos para perdón de los pecados"».
Mt. 26, 26-28
Ver también: Lc. 22, 19-20 Mc. 14, 22-24 1 Cor. 10, 16
4. RECONCILIACIÓN:
Anteriormente este sacramento se
le llamaba segundo bautismo, no porque la persona se volviera a bautizar, sino
porque después del bautismo este Sacramento es el que borra los pecados y
regresa la gracia de Dios que perdemos al cometer un pecado mortal. El distinto
nombre que recibe este sacramento son: Sacramento de la confesión, Sacramento
de la penitencia o de la reconciliación.
«Acudía entonces a él gente de Jerusalén, toda Judea y
toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán,
confesando sus pecados» Mt,
3,5-6
Importante: este sacramento
se realiza con el presencia del sacerdote y del penitente, el sacerdote es el
único que perdona los pecados, no por autoridad propia sino por una autoridad
que cristo dio a los apóstoles y que mediante la imposición de manos el día de
la ordenación sacerdotal llego hasta los sacerdotes de hoy.
«Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros.
Como el Padre me envió, también yo os envío." Dicho esto, sopló sobre
ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los
pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan
retenidos"»
Jn. 20, 21-23
5. UNCIÓN DE LOS
ENFERMOS: Tiene como fin otorgar
una gracia especial a los cristianos que experimentan las dificultades
naturales de un estado de enfermedad grave o de las enfermedades a causa de la
vejez.
«Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;
expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los
curaban».
Mc. 6, 12-13
Importante: este sacramento
se realiza mediante la unción del óleo de los enfermos, en la cabeza y
en la palma de las manos como referencia practica a las llagas de cristo, unido
a la imposición de las manos y la oración del sacerdote sobre la persona
enferma. Esta práctica obedece a lo mandado por el apóstol Santiago:
« ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los
presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre
del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se
levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados». Sgo. 5, 14-15
6. ORDEN SACERDOTAL: El sacramento del sacerdocio se refiere a la función sacerdotal en la
que un cristiano recibe la imposición de manos y al ser ordenado diacono,
sacerdote u obispo tiene la función y responsabilidad de administrar los
sacramentos a los demás cristianos, mediante la ordenación también recibe la
misión de anunciar el evangelio con mayor responsabilidad.
«Yo os aseguro: todo lo que atéis en la
tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará
desatado en el cielo».
Mt. 18, 18
Importante: este sacramento
se lleva a cabo por un obispo que lo imparte y un cristiano que después de
haberse formado en la doctrina cristiana se presenta en una eucaristía a la
comunidad cristiana, el obispo le impone las manos y todos los presentes oran
por el nuevo sacerdote, luego el obispo consagra sus manos oleo del Santo
Crisma, a fin de consagrarlas de modo especial para la consagración del pan y
del vino. En ordenación de un obispo pasa lo mismo pero este es ungido con el
crisma en la cabeza.
«los presentaron a los
apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos».
Hch. 6, 6
7. MATRIMONIO: se basa en una alianza de por vida entre un hombre y
una mujer, los esposos se convierten en una señal viviente del amor de Dios por
su iglesia y el mundo, el apóstol san Pablo señala la cualidad de los esposos y
de las esposas, destacando sobre el amor verdadero el respeto, la entrega
mutua, queriendo resaltar la donación mutua entre los esposos.
Importante: este sacramento
se realiza mediante la celebración del rito matrimonial, en la eucaristía, en
el que los esposos se declaran su amor delante de Dios, teniendo como testigo
al sacerdote que los bendice.
«Sed sumisos los unos a los otros en el temor de
Cristo. Las mujeres a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de
la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo. Así como
la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus
maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia
y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el
baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo;
sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e
inmaculada. Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios
cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás
su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que
Cristo a la Iglesia»…
Ef. 5, 21-33
actividades
1. hacer en el cuaderno un resumen del tema.
2.explique con sus palabras que significa comulgar: a quien recibimos en la comunión, y como es posible.
3. según el tema visto, explique con sus propias palabras la importancia de recibir la primera comunión.
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