Programa catequético
Segundo Nivel
Tema XI
Los dones del Espíritu
Santo
Estos sostienen la
vida moral del cristiano y lo hacen dócil y sensible a la voluntad de Dios. De
acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, los dones del Espíritu Santo
son siete:
-sabiduría
-inteligencia
-consejo
-fortaleza
-ciencia
-piedad
-temor de Dios.
1. ¿Cuándo recibimos
estos dones o regalos?
Estos
regalos de Dios los obtenemos el día de nuestro bautismo, y posteriormente, el día
en que recibimos el sacramento de la confirmación estos son refirmados, pues los
pecados que cometemos son un constante rechazo a la presencia del Espíritu
Santo, y con este sacramento nuestra voluntad reafirma la dis0icicion del corazón
a Dios, de modo tal que los obsequios que recibimos de parte de Dios en el
bautismo son repotenciados para que podamos afrontar las tentaciones.
2. ¿Qué significa cada
uno de estos dones?
A continuación veremos
un resumen de los 7 dones del
Espíritu Santo:
-
El Don De La Sabiduría
Es el don de entender lo que favorece y lo que perjudica al proyecto
de Dios. Él fortalece nuestra caridad y nos prepara para una
visión plena de Dios.
El mismo Jesús nos dijo: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué
vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre
el que hablará en vosotros” (Mt 10, 19-20).
La verdadera sabiduría trae el gusto de
Dios y su Palabra.
-
El Don Del Entendimiento
Es el don divino que nos ilumina para
aceptar las verdades reveladas por Dios. Mediante este don, el Espíritu Santo
nos permite escrutar las profundidades de
Dios, comunicando a nuestro corazón una particular participación
en el conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la intimidad del
mismo Dios.
El Señor dijo: “Les
daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahveh” (Jer 24,7).
-
El De Consejo
Es el don de saber discernir los caminos y las opciones, de saber orientar
y escuchar. Es la luz que el Espíritu nos da para distinguir lo
correcto e incorrecto, lo verdadero y falso.
Sobre Jesús reposó el Espíritu Santo, y le
dio en plenitud ese don, como había profetizado Isaías: “No
juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas. Juzgará con justicia a
los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra” (Is 11,
3-4).
-
El De Ciencia
Es el don de la ciencia de Dios y no la
ciencia del mundo. Por este don el Espíritu Santo nos revela interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues
“nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Co 2, 11).
-
El Don De Piedad
Es el don que el Espíritu Santo nos da
para estar siempre abiertos a la voluntad de Dios, buscando siempre actuar como
Jesús actuaría.
Si Dios vive su alianza con el hombre de
manera tan envolvente, el hombre, a su vez, se siente también invitado a ser
piadoso con todos.
En la Primera Carta de San Pablo a los
Corintios escribió: “En cuanto a los dones
espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia. Sabéis que
cuando erais gentiles, os dejabais arrastrar ciegamente hacia los ídolos
mudos. Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios,
puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino
con el Espíritu Santo” (1Co 12, 1-3).
-
El De Fortaleza
Este es el don que nos vuelve valientes para enfrentar las dificultades
del día a día de la vida cristiana. Vuelve fuerte y heroica la fe. Recordemos
el valor de los mártires. Nos da perseverancia y firmeza en las
decisiones.
Los que tienen ese don no se amedrentan
frente a las amenazas y persecuciones, pues confían incondicionalmente en el
Padre.
El Apocalipsis dice: “No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter
a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una
tribulación de diez días. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de
la vida” (Ap 2,10).
-
El Don Del Temor De Dios
Este don nos mantiene en el debido respeto
frente a Dios y en la sumisión a su voluntad, apartándonos de todo lo que le
pueda desagradar.
Por eso, Jesús siempre tuvo cuidado en
hacer en todo la voluntad del Padre, como Isaías había profetizado: “Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de
sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia
y temor de Yahveh” (Is 11,2).
actividad
1. realice en el cuaderno un resumen de la clase vista.
2. con sus propias palabras explique: con que don del Espíritu Santo se siente identificado
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