Programa catequético
Segundo Nivel
Tema XIII
La Santa Misa
¿Qué es la misa?
La misa es la celebración por
excelencia del católico, en la cual nos reunimos como hermanos para agradecer,
celebrar y conmemorar con Cristo como cabeza de la Iglesia.
También es llamada Eucaristía que significa “acción
de gracias”, se celebra todos los días aunque los domingos por ser el
día culmen dentro de la liturgia y además día de descanso, es decir, el día que
apartamos un momento de nuestro tiempo para Dios, y recordar el gran domingo, el primer día de
la semana según el calendario Judío, en el cual resucito nuestro señor
Jesucristo. De allí la especial importancia que la iglesia le reserva a este
día.
La misa no es una celebración
cualquiera, es la fiesta de la Iglesia como Pueblo de Dios para adorarle, pedir
perdón, agradecerle por todas las bendiciones que nos regala y obtener las
gracias que necesitamos.
«La Misa es la devoción
de devociones».
Beato Jose Allamano.
«La Eucaristía es
‘fuente y cima de toda la vida cristiana»
(LG 11).
«En resumen, la
Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: ‘nuestra manera de pensar
armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de
pensar»
(San Ireneo) y (CIC 1324-1327)
¿Quiénes celebran la misa?
El Catecismo de la Iglesia Católica
(Compedio 2005) señala que en la celebración litúrgica participa TODO el
pueblo, cada quien según sus funciones y con actividades específicas: “los
bautizados se ofrecen como sacrificio espiritual; los ministros ordenados presiden
la celebración según el Orden recibido para el servicio de todos los miembros
de la Iglesia; los obispos y presbíteros actúan en la persona de Cristo
Cabeza.”
Esto quiere decir que: todas las personas que asistimos a la eucarística celebramos
la misa; el sacerdote dirige o preside la misma y el resto de los feligreses
realizamos las acciones del rito.
¿Cuáles son las Partes de
la misa?
La Eucaristía se divide en diferentes
momentos y es un rito en donde se repite “en memorial de la Pasión y Muerte del
Señor” todos los días, de allí el carácter universal de la Iglesia Católica.
Existen dos grandes partes:
1.
La celebración de La Palabra
(Liturgia de la Palabra)
2.
La celebración de la Eucaristía
(Liturgia Eucarística)
1.
Primera Parte:
Liturgia de
la Palabra
En esta primera parte, disponemos
nuestro corazón pidiendo perdón por los pecados cometidos, damos gracias,
honramos a Dios con el canto del Gloria, nos alimentos con La Palabra, que es
el centro de esta celebración, profesamos nuestra fe y hacemos peticiones.
Consta de:
· Ritos Iniciales: El ministro que preside
la celebración realiza la procesión de entrada y besa el altar como símbolo de
unión de Cristo con su Esposa: la Iglesia. Todos se realizan la Señal de la
Cruz. Saludos, Acto Penitencial, Himno del Gloria, Oración colecta (realizada
por el ministro ordenado)
Saludo:
El ministro que preside la
celebración realiza la procesión de entrada y besa el altar como símbolo de
unión de Cristo con su Esposa: la Iglesia. Todos se realizan la Señal de la
Cruz.
A continuación el sacerdote, por
medio del saludo, manifiesta a la asamblea reunida la presencia del Señor.
Después el sacerdote invita al Acto
penitencial.
Acto Penitencial:
Se realiza cuando toda la comunidad
se reconoce pecadora para luego ir al encuentro con Dios en la Palabra y la
Eucaristía. Existen varias fórmulas pero la más común es recitar la oración del
Yo Confieso.
Termina con la conclusión del
sacerdote y la oración del “Señor Ten Piedad.”
Himno de Gloria:
Este himno es una oración de alabanza
y agradecimiento a Dios que realizamos luego de haber reconocido nuestros
pecados. Se elimina en los tiempos litúrgicos de penitencia como Adviento y
Cuaresma.
Oración Colecta:
El sacerdote invita al pueblo a orar,
permanece en silencio un rato para que todos nos unamos a él y luego lee la
oración que expresa la índole de la celebración; el pueblo participa en ésta
respondiendo “Amén”.
· Liturgia de la Palabra: llamada también pan de
la palabra, puesto que la comunidad de los fieles se alimenta de la palabra de
Dios, Proclamada en las lecturas y la predicación del sacerdote, se incluye
también la oración de los fieles y la profesión de Fe
Primera Lectura:
La primera Lectura generalmente se
toma del Antiguo Testamento (aunque en
el tiempo Pascual se proclaman extractos de los Hechos de los Apóstoles), sirve
de base para explicar cómo Jesús no vino a abolir las leyes antiguas sino “a
darle plenitud”
Salmo Responsorial:
Continúa el orden litúrgico con el
Salmo que puede ser cantado o recitado. El salmista proclama las estrofas del
salmo, mientras toda la asamblea escucha y además participa con su respuesta.
Segunda Lectura:
Se toma del Nuevo Testamento, ya sea
de los Hechos de los Apóstoles o de las cartas que escribieron los primeros
apóstoles. Se proclama los días solemnes (domingos y otras solemnidades)
Esta segunda lectura nos sirve para
conocer cómo vivían los primeros cristianos y cómo explicaban a los demás las
enseñanzas de Jesús. Esto nos ayuda a conocer y entender mejor lo que Jesús
enseñó así como a entender muchas tradiciones de la Iglesia.
Después de la segunda lectura se
canta el Aleluya, que es un canto alegre que recuerda la Resurrección u otro
canto según las exigencias del tiempo litúrgico, pues en cuaresma no se canta
el aleluya.
Evangelio:
Se toma de alguno de los cuatro
Evangelios de acuerdo al ciclo litúrgico y narra una pequeña parte de la vida
de Cristo y sus enseñanzas. Es aquí donde podemos conocer cómo era Jesús, qué
sentía, qué hacía, cómo enseñaba, qué nos quiere transmitir.
Esta lectura del evangelio, la
proclama el sacerdote, el diácono o ministro que preside.
Homilía o Reflexión:
El sacerdote o ministro realiza una
explicación de las lecturas que se proclamaron para que la audiencia pueda
entender mejor los misterios de La Palabra y llevar a la práctica sus
enseñanzas.
Profesión de Fe:
Con el Credo el Pueblo da su
asentamiento y respuesta a la Palabra de Dios proclamada en las Lecturas y en
la Homilía. Además recuerda, antes de empezar la celebración eucarística, la
norma de su fe, es decir profesa lo que cree.
Oración de los Fieles:
Con la oración de los fieles o
peticiones, el Pueblo presenta sus ruegos por la humanidad recogiendo las
intenciones de todos y elevándola al Padre como Oración Universal. La asamblea
expresa su súplica o con una invocación común, que se pronuncia después de cada
intención, o con una oración en silencio.
Segunda Parte de la Eucaristía
Liturgia Eucarística
La segunda parte de la Misa tiene
como finalidad participar en el Banquete Santo del Señor. Entonces, revivimos
el sacrificio de Jesús en la Cruz ahora de modo incruento, es decir sin
derramamiento de sangre.
Para vivir con santidad esta segunda
sección de la Eucaristía, ofrecemos nuestros dones para consagrar pan y vino
que, a través de la acción del Espíritu Santo, se convierten en Cuerpo y Sangre
de Jesucristo (transustanciación) Luego participamos de la Mesa del Señor,
haciéndonos uno con Él a través de la Comunión.
«El que come mi carne y
bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él».
Juan 6,56
Consta de:
Plegaria Eucarística:
Comienza el momento culmen de la
celebración. Con esta plegaria de acción de gracias y de consagración toda la
asamblea de fieles se une con Cristo en el reconocimiento de las grandezas de
Dios y en la ofrenda del sacrificio.
Los principales elementos de la
Plegaria Eucarística
a) Acción de gracias: se expresa en el Prefacio (oración preconcebida en el Misal), es
realizado por quien preside la celebración.
b) Santo: Es una alabanza a Dios y con esta aclamación toda la asamblea, quienes celebran
la Eucaristía, se une a las jerarquías celestiales, es decir a todos los santos
y los angeles, se puede cantar o recitar.
c) momento de la consagración:
Con ella la Iglesia, por medio de determinadas invocaciones,
implora el poder divino para que los dones que han presentado los hombres se
conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada
que se va a recibir en la comunión sea para salvación de quienes la reciban. El
Sacerdote realiza un gesto de Imposición de manos sobre las ofrendas.
«Yo soy el pan vivo que
ha bajado del cielo. Quien coma de este pan, vivirá eternamente, y el pan que
Yo daré es mi misma carne para la vida del mundo».
Juan 6, 51–52
En este momento las palabras y gestos
de Cristo con las que instituyó el Sacramento de la Comunión, se rememoran (es
decir, se recuerda las palabras y gestos de Jesús y al mismo tiempo revivimos
ese momento, no es un simple recuerdo, sino que nos introducimos en esa
experiencia de Cristo junto a los discípulos) y se realiza el sacrificio que Él
mismo instituyó en la última cena.
Es el momento más solemne
de la Misa; en él ocurre el misterio de la transformación real del pan y el
vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo (transustanciación) Dios se hace presente ante nosotros para que
podamos estar muy cerca de Él. Es un misterio de amor maravilloso que debemos
contemplar con el mayor respeto y devoción. Debemos aprovechar ese momento para
adorar a Dios en la Eucaristía
Jesús dejó el encargo de hacer esto
en su memoria. Con ella la Iglesia, realiza el memorial del mismo Cristo,
recordando principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y
la ascensión al cielo.
La asamblea ofrece al Padre la víctima
inmaculada, y con ella se ofrece cada uno de los participantes. En este sección
se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia, en
el cielo y en la tierra, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros,
vivos y difuntos.
Rito de Comunión:
a)
Padrenuestro
Se recita o canta la oración que
Cristo enseñó para implorar el pan diario, el perdón de los pecados y la
protección de todo peligro.
b)
Paz
El rito de la paz es un símbolo de
reconciliación, fraternidad y mutua caridad entre quienes participan del mismo
Pan. Se implora también la paz y la unidad para la iglesia universal.
c)
Comunión
Nos preparamos para unirnos con
Cristo en la comunión su cuerpo y sangre, el pan y el vino consagrados.
Mientras el sacerdote y los fieles
reciben el Sacramento tiene lugar el canto de comunión, canto que debe
expresar, por la unión de voces, la unión espiritual de quienes comulgan,
demostrar, al mismo tiempo, la alegría del corazón y hacer más fraternal la
procesión de los que van avanzando para recibir el Cuerpo de Cristo.
Terminada la distribución de la
comunión, el sacerdote y los fieles, si juzgan oportuno, pueden orar un rato
recogidos o unirse al canto de comunión para dar gracias a Dios.
Rito de Comunión: Oración después de
la comunión.
En la oración después de la comunión,
el sacerdote ruega para que se obtengan los frutos del misterio celebrado. El
pueblo hace suya esta oración con la aclamación “Amén.”
Bendición y despedida:
El rito final consta de saludo y
bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea,
para que cada uno vuelva a sus quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.
Para Finalizar
Es importante conocer, por lo menos a
groso modo cada etapa de la misa, pero no por simple conocimiento o para
llenarnos de tecnicismos. Si no para reconocer los Misterios del Señor, vivir a
plenitud cada celebración y poder recibir las gracias que ella ofrece para lograr
nuestra santidad.
Ahora, ¿Vivirás la Eucaristía de la
misma manera como venías haciéndolo?
Actividad
1.
Realice un resumen del tema.
2.
Diga, que parte de la eucaristía le llama
más la atención, y cual no le agrada tanto y señale porqué.
3.
Según el tema visto: realice dos
dibujos, en los que según su opinión, quede resumida toda la clase.
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