1-9 Los Mandamientos de la Ley de Dios

 

Catequesis Parroquial

Primer Nivel

Tema IX

Los Mandamientos de la Ley de Dios







 

Los Diez mandamientos son bien conocidos por todos los cristianos y por cualquier persona que sigue a cristo bajo alguna denominación religiosa, a continuación podríamos hacernos una serie de preguntas para profundizar en la comprensión del tema.

 

¿Qué son los Diez mandamientos?

Como su nombre ya lo indica, son un conjunto de diez, prescripciones, que invitan a la rectitud de vida.

 

¿Cuál es el origen de estas normas?

 Su origen se remonta a los tiempos de Moisés, como lo indica el relato Bíblico, en el libro del Éxodo (ver: Éxodo  20,1-17). El episodio que los diez mandamientos son otorgados a Moisés de parte de Dios, estos tienen la intención de guiar al pueblo como un conjunto de indicaciones sobre una vida moral recta delante de Dios.

 

¿Cuál es la intención de los diez mandamientos?

Son dados por Dios para señalar aquello que es bueno e invitar al hombre a la conversión, estos están compuestos por diez normas, sin embargo, estos están divididos en dos grupos, los tres primeros nos muestran cómo responder al amor de Dios, y los siete mandamientos que siguen nos indican aquello que por amor al prójimo debemos evitar.


 Los diez mandamientos son:

1.    Amar a Dios sobre todas las cosas

2.    No tomar el nombre de Dios en vano

3.    Santificar las fiestas

4.    Honrar a padre y madre

5.      No matar

6.      No robar

7.      No cometer actos impuros

8.      No decir falsos testimonios ni mentiras

9.      No codiciar la mujer del prójimo

10.  No codiciar los bienes ajenos


 -         Amar a Dios sobre todas las cosas:

«Escucha Israel el Señor nuestro Dios es solamente uno, amaras al Señor tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma y con todas tu fuerzas. Grava en tú las palabras que te yo te digo las grabaras en tu corazón, hablaras que yo te digo se las repetirás a tus hijos, hablaras de ellas estando en casa, yendo de camino, acostado y al levantarse».

(Deuteronomio  6,4-9)

A la luz de estas palabras comprendemos, el calibre de la confianza que debemos tener en Dios, tal adición a Dios implica la preferencia a su amor de tal modo que surja como preferible la perdida de cualquier bien material antes que el amor a Dios. Este es el auténtico temor de Dios.

-         No tomar el nombre de Dios en vano:

«No pronunciaras el nombre de Dios sin respeto o para jurar en falso, porque el Señor Dios no dejara sin castigo a aquel que tome su nombre en vano»

Éxodo 20,7

Anterior mente se tenía por costumbre jurar en nombre de otra persona, esto con el propósito de dar valor a la palabra dada.

-         Santificar las fiestas:

Toda la vida del pueblo de Israel giraba en torno a Dios, tanto desde la perspectiva civil como político, es por esto que los Diez mandamientos ordenan toda la vida del pueblo de Israel es así que “santificar las Fiestas”, se refiere a la adecuada celebración de los prodigios de Dios en la historia del pueblo y en consecuencia invita a disfrutar de la conciencia de reconocer las bondades de Dios.

A partir de todo ello el domingo, es pequeña pascua semanal de  que los cristianos celebramos, es “Fiesta” y por estar ligada al acontecimiento pascual es sumamente importante, el domingo es el día del Señor, celebremos su resurrección, máxima evidencia de su condición divina, de allí que la conciencia profunda de todas estas realidades ha llevado a la Iglesia proclamar la falta a la Eucaristía dominical, como un pecado mortal.

 

 

 

-         Honrar a padre y Madre:

La paternidad terrena es reflejo de la paternidad de Dios, desde la lógica del  pueblo judío Dios es quien da la vida, y los padre al prestar su ser para la generación de la nueva vida, don e instrumentos de Dios, de allí que este mandamiento pretenda asegurar la honradez y el respeto con el que los hijo deben tratar a los padres, puesto que su autoridad, siempre ordenada al atentico bien de los hijos y la formación de su recta conciencia es reflejo de la disposición de la bondad de Dios.

«Quien honre a su padre obtiene perdón de sus pecados; el que honra a a la madre es como el que atesora. Los que honran a sus padres serán honrados por sus hijos y cuando recen, serán escuchados por Dios».

Eclesiástico 3,1-14

«Quien honre a su padre y a su madre obtendrá victorias. Hijos: obedezcan a sus padres, esto es agradable al Señor».

Efesios 6,1

-         No Mataras:

A la luz del relato de la Creación en los dos primeros capítulos del Génesis es que comprendemos que la vida es un don de Dios, es decir, él es el auténtico dueño de la vida, por lo que esta misma ha de ser respetada desde su origen hasta su fin, algunas  formas de atentar contra este mandamiento es: con el homicidio, el suicidio, el aborto, los insultos y degradaciones, el odio y la ira, el descuidar la salud por medio de los vicios, el mal ejemplo.

«Yo pediré cuentas a todo aquel que derrame su sangre, sea, sea otro hombre  o un animal»

Génesis 9,6

-         No cometerás actos impuros:

«Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres»

1 Corintios 15,33

El sexto mandamiento prohíbe cometer actos impuros, pero desde una postura más acertada en amor de Dios lo podemos ver también como el deseo de Dios de mantener la pureza corporal y espiritual de cada persona, esta pureza implica una lucha contra los todo que la carne desea, basado en el placer exagerado y sin la responsabilidad de cuanto hacemos. Algunas de la formas de atentar contra este mandamiento son: la fornicación, el adulterio, la masturbación, las relaciones homosexuales, ver películas o escuchar canciones con contenido inmoral.

-         No Robar:

Este mandamiento está centrado en el reconocimiento de la dignidad del otro, ya que los bienes materiales permiten tener una vida digna. Las posesiones materiales son también el resultado del esfuerzo humano que busca cubrir las necesidades de toda persona, por ello el hurto, es una ofensa contra el esfuerzo y el trabajo del otro, pues el salario y la recompensa por el trabajo es un mandato de Dios.

« No explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que resida en tus ciudades. Le darás cada día su salario, sin dejar que el sol se ponga sobre esta deuda; porque es pobre, y para  vivir necesita de su salario. Así no apelará por ello a Yahveh contra ti, y no te cargarás con un pecado.»

Deuteronomio 24,14-15

-         No decir falsos testimonios ni mentiras:

La pretensión de engañar y de utilizar a los demás para lograr las intenciones egoístas personales, es algo que en vez de asemejarnos a Dios, nos hace comparable al Diablo, pues este es el padre de la mentira, y esta lleva a la tristeza, hiriendo la confianza de las que gozan de nuestro afecto, familia y amigos. Para poder vivir en la verdad y ser cada día mas como Dios, necesitamos comprender que es:

La Calumnia: es mentir para dañar la buena fama de los demás haciéndolos quedar mal con los demás hermanos.

Vanagloria: consiste en ganar la estimación de los demás, mediante falsedades.

Mentira: todo lo que es contrario a la verdad y lleva la intención de engañar.

  

-         No consentir pensamiento ni deseos impuros:

Del interior del corazón es de donde surgen las malas intenciones, así lo asegura el Señor en el Evangelio de San Mateo.

«Lo que sale de la boca es lo que proviene del corazón, y mancha al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios,  blasfemia».

Mateo 15,18-19

-         No codiciar los bienes ajenos:

La codicia de los bienes del perturba y lleva a la envidia, convirtiéndose en una fuente de rencor que corrompe el corazón del hombre; si al ver los bienes del hermano surge un deseo que dispone al trabajo para lograr aquello que otro ha podido lograr entonces de este modo se rompe la ambición mal intencionada y surge la intención recta del desarrollo personal en respeto por el otro.

«Los que quieren enriquecerse caen en la tentación, en el lazo y en muchas codicias insensatas y perniciosas que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos dolores».

1 Timoteo 6,9-10

 

Actividades

 

-          - ¿A quién fueron dado los diez mandamientos? Y coloque la cita bíblica.

-        - ¿Quien escribió los diez mandamientos? Y coloque la cita bíblica.

-          - Explique ¿por qué el mandamiento del amor que nos dio Nuestro Señor Jesucristo resume los diez mandamientos?

-          - Realiza un dibujo donde hagas referencia a los diez mandamientos




en caso de tener problemas con el video ir al enlace: https://www.youtube.com/watch?v=jgqKtedbWnk


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