¿Cómo puedo identificar al Espíritu Santo en la Creación?
San Agustín,
llego a firmar que, si el verbo es Cristo el Espíritu de Dios era la palabra, y
así como no era posible separar el verbo de la palabra pronunciada, del mismo
modo era la relación de Nuestro Señor con el Espíritu Paráclito.
“El Espíritu
de Dios me hizo, Y la inspiración del Omnipotente me dio vida.” — Job 33,4.
El Espíritu
Santo no solo estuvo presente en la creación,
si no que sigue estando presente hoy también, sigue obrando, a través de la
normas reglas de la naturaleza, sigue creando y dando vida a nuevas creaturas, llamando
a la vida a todos los seres desde la concepción en el vientre de sus madres
(Salmos 139,13). En Mateo 1,20 vemos que este hermoso detalle, en el mismo hijo
de Dios, Jesús, cuando bajó del Cielo, encarnarse, formarse y crecer en el
vientre de María su madre, dice el texto bíblico, fue “por obra del Espíritu
Santo” por el Espíritu Santo.
“Pero
mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor,
diciéndole: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el
Niño ha sido concebido por obra del Espíritu Santo.” Mateo 1,20.
Dios a través de su providencia divina mantiene todas las cosas, no se arrepiente de la creación, es así como veremos al salmista decir: “Envías Tu Espíritu, y son creados, y renuevas la superficie de la tierra. ¡Sea para siempre la gloria del Señor! ¡Alégrese el Señor en sus obras!” Salmos 104,30-31.
¿Cómo actúa el espíritu santo en el hombre como ser creado por Dios?
Primero: por
medio del sacramento del bautismo lo hace nacer por medio de un nacimiento
espiritual, para ser hijo de Dios, a imagen de Cristo.
Segundo: lo capacita
con sus dones para que sea capaz de conocer y amar a Dios.
Tercero: lo
llama a la santidad, para amando y conociendo a Dios, trabaje por el perfeccionamiento
de la creación.
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