El Espíritu Santo en la vida de Jesucristo


Catequesis Parroquial

Tercer Nivel 


El Espíritu Santo en la vida de Jesucristo





Desde el origen de los tiempos, el Espíritu de Dios a estado estrechamente unido al verbo de Dios (a Jesús que es el Verbo de Dios que se ha hecho carne), así lo podemos leer en el evangelio de San Juan en el capítulo 1.

Veamos:

"En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios". 

Juan 1,1


Desde la creación, la unidad de la Trinidad era tal que no podía obrar el Padre sin obrar el Hijo y el Espíritu Santo. Aún cuando se haga referencia a una de las personas de la Santísima Trinidad, está el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo obrando.

Veamos génesis 1,1-3

"En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua. Entonces Dios dijo: «¡Que haya luz!» Y hubo luz".

- El Espíritu Santo:el espíritu de Dios se movía sobre el agua.

- El padre: Dios dijo: «¡Que haya luz!» 

- El Hijo: la palabra pronunciada por Dios desde la eternidad, "el hágace" de Dios en cada día. La palabra, es el verbo de Dios que sale de su boca y genera una acción, un cambio, un movimiento en el mundo y el corazón del hombre.


Es así como la vida de Jesús y sus obras son marcadas siempre por la acción del Espíritu Santo y aún cuando no se mencione, está siempre presente. Ejemplo de está afirmación es el pasaje del bautismo del Señor:

"Yo, en verdad, los bautizo con agua para invitarlos a que se vuelvan a Dios; pero el que viene después de mí los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego".

Mateo 3, 11


"Jesús fue de Galilea al río Jordán, donde estaba Juan, para que éste lo bautizara. Al principio Juan quería impedirlo, y le dijo: —Yo debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Jesús le contestó: —Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo ante Dios. Entonces Juan consintió.

 En cuanto Jesús fue bautizado y salió del agua, el cielo se le abrió y vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo, que decía: «Éste es mi Hijo amado, a quien he elegido»".

Mateo 3,13-17


Está manifestación del Espíritu Santo indica, La asistencia permanente del Espíritu sobre todo el obrar de Jesús como enviado del padre, es coherente también con la idea de el mesías rey ungido por el Espíritu Santo de Dios.

Además, podemos retroceder más y ver el momento de la Encarnación, cuando el verbo eterno de Dios baja del cielo al vientre de María, para tomar de ella su carne y su sangre, y así adquiere la forma y condición humana, esto es bajo la acción del Espíritu Santo, veamos:


"María preguntó al ángel: —¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre? El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios". 

Lucas 1,34-35


Además de todo esto, Jesús como Hijo de Dios, no solo es acompañado por el Espíritu de Dios, también cuenta con la autoridad de otorgarlo  y transmitirlo a los demás, así como Juan el Bautista había anunciado: 

"Yo todavía no sabía quién era; pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: 'Aquel sobre quien veas que el Espíritu baja y reposa, es el que bautiza con Espíritu Santo'".

Juan 1,33


Juan reconoce que no sabía todo lo concerniente a la manifestación del Hijo pero si sabía por la revelación de Dios que aquel sobre quién descendiera el Espíritu de Dios era precisamente el que podría derramarlo sobre los demás, sobre los creyentes, y así cumplir la promesa del padre hecha antiguamente por boca del profeta Joel:


" Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días".

Joel 2,28


Así, después de la resurrección de Cristo, lo vemos y oímos decir:

"Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".

Juan 20,22-23


Así es, solo Jesús transmite al Espíritu sobre los demás, también la fuerza, y los resultados que acompañan a mismo Espíritu Santo. 


Actividad

- Realice un resumen del tema. 

- En segundo lugar, elabore un mapa mixto que ayude a mejorar la comprensión de lo compartido en el encuentro catequético.


¿Cómo hacer un mapa mixto? 

Click aquí.



0 Comentarios